17 enero 2003

Trabajo de campo

Antes de comer todavía tuvimos tiempo de visitar cuatro tumbas en Sheikh Abd el-Qurna. Como apenas había gente, pudimos verlas detenidamente y disfrutar de los maravillosos detalles de los artistas egipcios de hace 3.500 años.

Por la tarde, nada más comer, algunos del grupo fuimos a visitar el templo funerario de Merneptah, que está junto a “nuestra casa”. Se abrió al público el pasado mes de marzo, y tiene un pequeño, pero modélico, museo in situ. Como originalidad, se exhiben debajo de los pilonos (reconstruidos) del templo unos grandes bloques provenientes del templo funerario de Amenofis III y que fueron reutilizados como depósitos de fundación en el templo de Merneptah. Se encuentran en un estado de conservación sorprendente, y la calidad del relieve es fuera de lo común.

Y, como si no hubieramos tenido bastante, al caer la tarde cruzamos el Nilo para visitar el Museo de Luxor. Tiene piezas soberbias y están muy bien expuestas: la estatua más bonita de Tutmosis III, la estela de Kamose narrando la reconquista de Egipto, “talatat” de Akhenaton, el grupo de estatuas de Amenofis III y Horemheb descubiertas hace trece años en Luxor. ¿Alguien da más…?

Vida cotidiana