16 febrero 2023

La excavación ha marchado hoy a pleno rendimiento en los tres pozos. Amalia y Laura supervisan el pozo más complejo, con varias momias humanas arrojadas de cualquier modo fuera de las cámaras. Así se las han encontrado retorcidas, rotas y amontonadas. Desde casi los comienzos de la excavación del pozo no ha salido nada moderno y la cerámica es toda fechable en la dinastía 17 y/o comienzos de la dinastía 18. Por eso, si bien al comienzo pensábamos que las momias podrían ser de época romana, debido a las telas tan groseras que envuelven los cuerpos, ahora nos inclinamos más por una fecha más antigua, tal vez de la dinastía 17. La excavación de las momias es compleja y lenta si se busca el no “molestarlas” demasiado. Amalia y Laura han formado un tandem muy bien articulado, pues además de trabajar sin descanso se lo pasan de muerte y, de vez en cuando, se oyen carcajadas desde el fondo del pozo. Saidi, a su manera, también contribuye al buen ambiente.

Ahmed, el excavador del pozo de Ana, es más serio, pero es extremadamente educado, además de buena persona, y trabajando es una máquina. Del pozo no paran de salir enormes bloques de piedra y ya nos podemos asomar dentro de las dos cámaras, aunque todavía no hemos pasado dentro.

A primera hora de la mañana, Beatriz, Gudelia y yo, nos fuimos al yacimiento más temprano que el resto, antes del amanecer, para hacer fotogrametría de su pozo sin la interferencia del claroscuro provocado por la luz del día. Yo aproveché mientras tanto para sacar fotos del yacimiento sin gente, con los primeros rayos de sol.