La campaña se va acercando a su final y poco a poco la excavación va reduciéndose en favor de los trabajos de estudio y análisis. Andrés ha dedicado la mañana a calcar las inscripciones criptográfica a la entrada de la tumba de Djehuty, utilizando acetatos y rotuladores indelebles. La misma técnica utilaza Pía para dibujar el dibujo de una cerámica de gran tamaño hallada rota en pedazos esparcidos por el pozo y la cámara funeraria de Djehuty. El dibujo en tinta roja representa a un faraón de pie, realizando una ofrenda de vino con dos vasos-nw. El estilo del dibujo es propio del comienzo de la dinastía XIX.
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Andrés calca con acetatos uno de los dos himnos criptográficos de Djehuty.
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Pía también utiliza un acetato para dibujar la decoración de una vasija hallada en el pozo y cámara de Djehuty.
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Roxie, en plan CSI, busca en los huesos rastros de enfermedades.
En la excavación del pozo de la sala transversal de la tumba de Djehuty, supervisada por José Miguel, a casi cuatro metros de profundidad, ha salido a la luz la entrada a dos cámaras funerarias de tamaño notable y llenas de tierra y piedras. Mientras tanto, en la tumba de al lado, Juan topografía los pozos y galerías subterráneas. Así, durante la mañana había actividad en tres pozos funerarios distintos, pues Kamal y compañía remataban la excavación de la cámara de Djehuty. Nunca nos habríamos imaginado que íbamos a excavar tantos pozos. Es verdad que estamos en una necrópolis, y que los pozos funerarios están a la orden del día, pero es que entre los de fuera y los de dentro llevamos ya excavados diez pozos funerarios.
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Pía limpia y consolida parte del lino que arropaba a Iqer.
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Jaber excavaba en lo alto del yacimiento.
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Juan topografía uno de los pozos de la tumba –399–
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De excursión por los campos de cultivo, al atardecer.
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Casa pintoresca junto a uno de los canales.
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Corralito de ovejas junto al Rameseum.
Hoy hemos comido todo el equipo con tres jefes del Servicio de Antigüedades del West Bank, en una terraza más allá de los colosos. Al atardecer, algunos hemos vuelto andando por los campos de cultivo hasta llegar al Rameseum. Luego, cada uno se ha puesto con su ordenador a trabajar en la Harwa hasta la hora de cenar.