16 enero 2025

Marieta y Carolina han terminado de escanear toda la superficie del yacimiento. Al final han hecho unos 300 posicionamientos del escáner para cubrir los 1.000 m2 que tiene actualmente el yacimiento. Ahora les tocará ‘coser’ todos los escaneos. Y luego unirlo al escaneado del interior de los pozos y de las tumbas. También hoy se ha terminado el inventario de nuestros objetos guardados en el almacén del Servicio de Antigüedades, incluyendo una foto de cada pieza, para que los responsables puedan saber lo que hay en cada uno de los arcones y cajas procedentes de nuestro yacimiento.

Al final del día, aprovechando que habíamos abierto la entrada a la tumba ramésida para escanear la primera sala y poder conectar así el exterior con su interior, varios del equipo nos aventuramos por la galería que se abre hacia dentro de la montaña a través de un agujero en una de las paredes. Las paredes y el techo de la galería fueron en época antigua, tal vez en el siglo II a. C., embadurnadas con una especie de bitumen negro, lo que hace que el paseo sea todavía más tétrico. Al fondo del todo se encuentra la única sala que no ha sido ennegrecida y que, paradójicamente, tiene restos de una hoguera en medio, donde al parecer se quemaron algunas momias de animales. Por encima de la entrada también se dejó un espacio sin ennegrecer, que fue usado para escribir dos grafitis en demótico. Sin duda esta catacumba está llena de misterios.

Hoy jueves ha sido el primer día de paga. Estos días hemos tenido solo cinco trabajadores, pero también se paga a los guardias de la zona (“gafires”), a la policía, el agua, la electricidad, el uso del baño de la tienda de al lado, el coche que nos lleva y nos trae de vuelta a nosotros, el coche que trae de Luxor al Inspector y al rais Alí… pero, aun así, todo ha ido muy rápido. Todos los años subimos un poco la paga a todos, pero últimamente la vida ha subido aquí muchísimo, incluso los productos básicos que estaban subvencionados hasta hace poco ya no lo están tanto. Hace apenas cuatro años, más o menos, el cambio del euro estaba a unas veinte libras egipcias, y ahora está a cincuenta y dos. Por mucho que subamos la paga, el poder adquisitivo inevitablemente va bajando y la gente con menos recursos cada vez lo tiene más difícil para salir adelante.