16 enero 2022

Egyptair vuelve a tener vuelos directos Madrid-Luxor, ahora los sábados. En uno de estos vuelos llegaron ayer Marisol, Suni y Carmen, lo que les permitió llegar al Marsam no muy tarde por la noche y hoy se han incorporado al yacimiento desde primera hora de la mañana. Marisol se ha hecho cargo de dos cuadrillas de excavadores, entre los grupos de José Miguel y los de Ana. En un momento de tranquilidad, Marisol ha buscado las bandejas de ofrendas que Carlos halló en 2017 excavando dentro de la tumba asociada al jardín funerario, para comprobar que, efectivamente, el fragmento que encontró Ana ayer, pega con una de las bandejas. Marisol defendió el pasado mes de diciembre su tesis doctoral precisamente sobre bandejas de ofrendas, y sostiene que las dos halladas en nuestro yacimiento son de una calidad excepcional.

Por su parte, Suni se ha incorporado al equipo de restauración, y han estado identificando tareas prioritarias dentro de la tumba de Djehuty. La idea es ir avanzando desde dentro hacia fuera, revisando paredes y suelo. Los escalones tallados en la roca, que servían para separar y marcar la transición entre las distintas partes del monumento, serán uno de los elementos más vulnerables cuando el monumento se abra a las visitas, por lo que conviene consolidarlos muy bien. En las paredes de la sala transversal todavía quedan algunas zonas por limpiar concreciones de barro que pudieran estar ocultando algunas de las figuras de las escenas en relieve, por lo que conviene limpiar aquí antes de que Carmen y Dani terminen de dibujar esas escenas.

Carmen se ha instalado ya en la sala transversal para retomar los dibujos de las paredes, empezando por la escena de banquete en la que Djehuty y sus padres, sentados detrás de una mesa de ofrendas, esperan la llegada de todo tipo de ofrendas, mientras se entretienen escuchando la canción de un arpista, acompañado por mujeres bailando y tocando un tamboril. La canción del arpista es uno de los himnos más tempranos al dios creador de la naturaleza.