16 enero 2016

¡Genial! ¡Increíble! Por fin se oye ya el carraspeo de los musterines (= palaustrines) sobre el terreno seco de la colina, el clink-clink del metal de la pala golpeando las piedrecillas de la superficie. Y el tono grave del rais Alí gritando los nombres de los trabajadores y dando instrucciones como si estuviera tremendamente enfadado con todos. Y Taalat corriendo de un lado a otro tratando de cumplir todas las órdenes a la vez. ¡Qué subidón de adrenalina! Hoy hemos comenzado la jornada con la contratación de unos ochenta trabajadores. El primer día siempre es un poco complicado, porque los trabajadores tienen que haber entregado previamente una fotocopia de su documento de identidad para ser controlados por la policía, y el caso es que se presentan muchos que no lo han hecho pero insisten en querer trabajar. El rais los agrupa luego por cuadrillas, que se van situando en la zona de excavación que se les ha asignado. Las herramientas de trabajo se van distribuyendo con un minucioso control, casi igual que como se hacía en el poblado de Deir el-Medina con los artesanos encargados de construir y decorar las tumbas del Valle de los Reyes en el año 1200 a. C.

David y Kristian se encargarán de supervisar la excavación en el Sector 10 Sur. El estrato superficial está compuesto por paja y excrementos de los burros que tenían los habitantes del poblado moderno hasta el año 2007, cuando fueron realojados en nuevas viviendas en New Gurna. Tendrán que pasar unos días hasta que alcancemos un estrato de lascas de piedra caliza con algo más de potencial. Carlos y José Miguel supervisarán la excavación en el Sector 10 Norte, junto a las capillas de adobe que sacamos a la luz en la campaña pasada. Aquí ya pronto alcanzaremos niveles prometedores. De hecho, en el área de José Miguel ha salido ya una gran cantidad de cerámica de la dinastía XVIII.

El resto del equipo ha estado entregado en sus respectivas tareas. Pito y Joan han topografiado exhaustivamente la tumba de Hery, para lo que ha habido que sacar previamente todas las cajas de relieves y todas las bandejas con las momias de ibis y halcones. Suni, acompañada por dos restauradores egipcios, han montado ya todo para comenzar las limpieza y restauración de la sala transversal de la tumba de Djehuty. Lucía, por su parte, ha instalado las bandejas de fragmentos de la cámara sepulcral de Djehuty en el interior de las tumbas de Baki y Ay, que no tienen tabique de separación y forman un espacio muy amplio, aunque con un suelo muy irregular. Como todos los años, el yacimiento se ha transformado rápidamente en un hervidero de actividad, como un circo de tres pistas en el que ocurren múltiples cosas a la vez.