15 febrero 2024

Ayer, 14 de febrero, falleció Don José Lladó, entre otras muchas cosas fundador y expresidente de Técnicas Reunidas, patrocinador del Proyecto Djehuty desde 2016. Fue Presidente del CSIC, tomó parte activa en la Transición Democrática como ministro y luego como embajador en Estados Unidos, siendo el artífice del regreso del Guernica de Picasso a España. Don José tiene en común con Djehuty que, además de ser un hombre de Estado y de empresa, era un gran intelectual, amante de la Filosofía y del Arte, de leer, pensar y discutir, de disfrutar con la pintura y con cualquier manera en que se manifestara la creatividad humana. Pero, a diferencia de Djehuty, de él tenemos la certeza de que era una gran persona y todos los que tuvimos la suerte de conocerle y tratarle, quedamos tocados por la amabilidad y el cariño con el que trataba a las personas, siempre atento y siempre generoso. Su recuerdo vivirá entre nosotros por muchos, muchos años.

Se me olvidó comentar el otro día, que el lunes 12 por la tarde, después de comer, nos acercamos de nuevo al Museo de Luxor. Esta vez, el objetivo era doble. Por un lado, entrar en la vitrina y abrir el ataúd de la chica de quince años para depositar en su interior unas bolsitas especiales para reducir la humedad y para evitar la proliferación de insectos que pudieran dañar las vendas y el cuerpo momificado. Por otro lado, queríamos buscar un shabti de madera de un tal Djehuty su pequeño sarcófago de barro que por accidente se quedó fuera de la vitrina cuando montamos la exposición el año pasado. Por suerte, lo hallamos rápido en el almacén del museo y esa misma tarde lo colocamos junto a los demás shabtis y modelos de sarcófaco, expuestos delante del ataúd blanco de la chica. La pieza merece ser expuesta, pues no hay muchos shabtis de madera de finales de la dinastía XVII o comienzos de la XVIII, pero también se trataba de que permanezcan juntos todas las figurillas de esta época.

 

En el yacimiento, Laura y Saidi han continuado excavando la cámara sepulcral, mientras que en lo alto de la colina Emilio y Bea supervisan la limpieza de la zona junto a las ruinas de la casa moderna. Entre la basura que conformaba una especie de establo, han aparecido dos conos funerarios interesantes. Uno de ellos, con un engobe rojo característico de muchos conos, pertenece al “supervisor del doble granero de Amón y escriba de los campos de Tebas, Ahmose”. El otro cono conserva legible la impronta del sello del “visir y primer sacerdote de Amón, Ptahmose”. De estos dos conos funerarios ya encontramos ejemplares en las primeras campañas. El segundo cono, el de Ptahmose, es interesante porque hemos encontrado otro dentro de la tumba que hemos estado escaneando días atrás. Ptahmose vivió en el reinado de Amenhotep III y, coincidencia o no, la planta de la tumba escaneada este año se corresponde con las de las tumbas de muy finales de la dinastía XVIII.

El trabajo discurre según lo previsto, sin contratiempos, ni obstáculos, y poco a poco vamos cumpliendo objetivos. Este año tenemos la suerte de que el tiempo está de nuestra parte, pues no hace ni frío al amanecer o por la noche, ni calor durante las horas centrales del día. Los problemas con los permisos quedaron ya bien atrás, nadie se acuerda de ello, y ahora el trabajo fluye de tal manera que vamos recuperando el tiempo que perdimos (aunque realmente no lo perdimos). Esperemos que la semana que nos queda por delante de excavación sea tan fructífera como estos días atrás.