Ha sido hoy un día bastante intenso. Por suerte, no ha hecho mucho calor y ha estado nublado, incluso a última hora de la mañana amenazaba lluvia, por lo que hemos tapado el jardín con plásticos sobre la estructura de hierro que Nacho está preparando para dejarlo cubierto al final de la campaña. Claro que basta que tomes precauciones para que luego no pase nada. Pero mejor así. De esta forma, hemos comprobado que la estructura hierro tiene las dimensiones apropiadas y puede valer con mínimos retoques. Antes de que esto sucediera, los tres geólogos y Sebas, el palinólogo, han estado analizando los estratos y tomando muestras. Parece que, según dicen los geólogos, toda va adquiriendo sentido, pero no nos darán el relato de los hechos hasta el final.
Carlos, por distintas razones, dejó de excavar la gran tumba asociada al jardín el miércoles. Al seguir hacia adentro del pasillo y retirar la primera capa de piedras, parecía que el nivel de materiales que se generaría sería muy grande, lo que supondría un grave problema para el equipo de Materiales, puesto que Curro se vuelve a Madrid el domingo. Así que decidimos dejar para el año que viene la continuación de la excavación de la tumba, y Carlos comenzó a excavar uno de los pozos que hemos descubierto delante del jardín en esta campaña. El pozo está, sin duda, saqueado. Arriba del todo salieron piedras de mediano tamaño y luego, más piedras y arena y a dos metros y medio de profundidad salieron a la luz hileras de adobes bien colocados. A esa misma profundidad, en el extremos sureste, descubrimos la ceja de la entrada a una cámara sepulcral. La expectación es máxima. El sábado, cuando descendamos medio metro más, tendremos más datos sobre el estado de esa cámara y, tal vez, sobre la posibilidad de que haya otra cámara en el otro extremo.
Hoy ha estado trabajando con nosotros Tina, la especialista en escritura demótica del equipo. Viene a copiar y estudiar los grafiti nuevos que descubrió días atrás Cisco en su excavación y dos más que encontró Salima en la galería de arriba que se accede desde la tumba ramésida. Tina explica muy bien que lo peculiar de los grafiti es que, además del nombre del escriba y su título sacerdotal, dan instrucciones al visitante de por dónde andar dentro de la catacumba y qué se puede hacer en cada lugar y qué no. Los grafiti dirigen al visitante hacia el lugar donde reposan los dioses. El objetivo es que en un futuro no muy lejano nos vayamos acercando al destino final.