Trabajo de campo
Para seguir descendiendo en el pozo de Hery, hemos tenido que montar arriba una polea para poder sacar las espuertas con tierra. A media mañana, Ibrahim descubría dos entrantes que se abrían en los lados más cortos del pozo rectangular, en las paredes norte y sur. En ese momento nos encontrábamos a cuatro metros y medio de profundidad. Excavamos un poco más y ya pudimos asomarnos a su interior. Son dos cámara de metro y medio de largo. En su momento estuvieron bien talladas, pero ahora sus perfiles están bastante destruidos. Por supuesto, están colmatadas de escombros casi hasta el techo. Como no nos daría tiempo a excavar bien las dos salas en esta campaña, mañana taparemos el pozo y dejaremos esta tarea pendiente para el próximo año. Habrá que esperar.
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Para subir las espuertas con arena desde el fondo del pozo de Hery, hemos montado esta mañana una polea.
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Ibrahim, Alí y el moudir, en el fondo del pozo, se asoman a una de las cámaras.
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Las cámaras del pozo están llenas de escombros. Su investigación la dejaremos para el año que viene.
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Alí sube por la escalera que sostiene desde abajo Ibrahim.
Trabajo de gabinete
Hoy por la mañana hemos recibido en el yacimiento la visita de un grupo de la Asociación Española de Egiptología, una de las entidades que participa en el Proyecto Djehuty. Las veinte personas que componían el grupo han podido disfrutar en directo durante un par de horas de la excavación en plena acción y del trabajo minucioso de restauración, de fotografía y de epigrafía. Además, se han asomado al vestíbulo de Djehuty y han contemplado los estupendos relieves e inscripciones que decoran sus paredes.
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Vista de la entrada al patio de le tumba de Nebamón y/o Baki.
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Desde arriba se observa bien su estructura. La entrada al patio está señalada por un muro de adobe con un vano.