15 enero 2004

Trabajo de campo

Hoy es Jueves. Mañana viernes, descansaremos y, al otro, comenzaremos ya la excavación con los obreros. Así que este día hay que aprovecharlo bien para terminar los trabajillos para los que luego no habrá casi tiempo. Montse, Curro y Gemma se instalaron en la sala transversal de la tumba de Djehuty para revisar los materiales más interesantes de las campañas anteriores y que dejamos guardados dentro de tres grandes arcones de madera. A ellos se les unió Ahmed, un joven restaurador del Servicio de Antigüedades que nos han asignado para que le enseñemos y vaya adquiriendo experiencia. En las profundidades de la tumba de Hery, Ana volvió a montar su mesa de fotografía y allí se pasó casi toda la mañana fotografiando materiales, entre otros, los conos funerarios más significativos y los ushebtis amarillos que encontramos sobre todo en la primera campaña.

En el exterior, Oscar, Carlos y Juan terminaron de señalizar la cuadrícula. Después, los tres comenzaron a preparar dibujos arqueológicos de las paredes del patio de la tumba de Djehuty, representando con detalle las hileras de adobes y los restos de enfoscado que todavía se conservan.

media mañana, nos reunimos en una de las jaimas Oscar, Montse, Gemma, Curro y José Manuel, para repasar los puntos más conflictivos del proceso de análisis, clasificación e inventario de los materiales que nos irán saliendo en la excavación. Cuando habíamos justo terminado recibimos la grata visita del Inspector que tuvimos el año pasado, Mahmoud “Khufu”.

Trabajo de gabinete

Casi al final de la jornada, nos visitó Ali Asfar, el Director del Servicio de Antigüedades en el West Bank. Tras saludarnos cordialmente, discutimos sobre cómo mover el poste de la luz que nos dificulta la ampliación de la zona de excavación. A la conversación se unió un representante de la compañía eléctrica. Se decidió acercarlo lo más posible a las casas del pueblo. Se hará mañana viernes por la mañana, en-sha-Alá. Alí me recogerá en el hotel a las ocho. Es llamativa la disposición que tienen los egipcios para trabajar, incluso saltándose los días de fiesta. Las cosas no son siempre lo que parecen y la realidad es siempre más compleja. Ali Asfar nos firmó un pase especial para que los miembros del equipo puedan mañana visitar gratis los monumentos del West Bank.

El mudir y el rais Alí han acordado contratar el sábado a cuarenta y un obreros. El Inspector, Ramadán, venía insistiendo desde el primer día en que él tenía que elegir a la mitad de los obreros que contratáramos y que los gafires querían proponernos (o imponernos) catorce nombres. Otro de estos regateos tan comunes en Egipto, el país de la negociación y de la discusión (amigable). Como mi prioridad es volver a coger a los obreros del año pasado que nos funcionaron bien, sólo quedaban vacantes nueve puestos. Los gafires aceptaron nombrar a ocho y el Inspector a uno.

Durante la mañana, José Manuel consiguió sacar algo de tiempo para comenzar a estudiar una de las inscripciones del vestíbulo de Djehuty, el himno a Amón-Ra. Por su parte, Marga comenzó a revisar los ushebtis encontrados hasta la fecha.

Se me olvidaba mencionar que hoy también recibimos la visita del egiptólogo Boyo Okinga, director de una misión arqueológica australiana que ha comenzado este año a excavar en una tumba de la dinastía XVIII en Dra Abu el-Naga, justo encima de nosotros, detrás de la casa amarilla. Les deseamos la mejor suerte.

Vida cotidiana