15 de febrero 2025

Hoy es el último día en el yacimiento para los geólogos. A primera hora hemos bajado a la cámara sepulcral de Djehuty para recoger sensores que dejamos colocados el año pasado para medir periódicamente la temperatura y humedad, y también el gas radón. Este último sirve para conocer el grado de ventilación dentro de la tumba. Lo ideal para la cámara sepulcral y su Libro de los Muertos escrito sobre dos de las paredes y el techo es mantener las condiciones medio-ambientables lo más estables posibles. Llevamos monitorizando las tumbas más de quince años y, por tanto, disponemos ya de datos que ninguna otra tumba posee. Por otro lado, el techo de la cámara sepulcral de Djheuty está en un estado muy inestable, por lo que dejamos colocada una estructura de metal para dar seguridad a quienes necesiten bajar a la cámara.

Hablando de seguridad, el pozo donde excavan Ana, Hagag y Hussein, también tiene problemas de inestabilidad. Ali ha tirado de experiencia y conocimientos empíricos para atajar el problema estructural causado por una gran grieta en vertical. La roca por encima de la cámara sepulcral ha vencido buscando formar un arco de descarga. Sus modos de actuar no son siempre los más ortodoxos, per sí bastante eficaces. Veremos como acaba esta historia…