Hoy hemos contratado a quince trabajadores más, y hemos comenzado a excavar por encima de la tumba de Hery. Carlos es el que coordina y supervisa a los dos grupos que trabajan aquí. El terreno es, en el nivel más superficial, grisáceo y polvoriento, consecuencia de la descomposición de residuos orgánicos de la casa que se ubicaba en la falda de la colina, a un nivel por encima de nuestro yacimiento. La excavación aquí no es muy prometedora, y el objetivo principal es ir descendiendo hasta alcanzar el techo de la tumba de Hery para frenar la caída de escombros dentro de la cámara más interna. Estos días el calor es más intenso que lo normal para estas fechas, y en la parte más alta del yacimiento, a media mañana, el sol ya pega fuerte.
Dentro de la tumba de Hery, Parra y el mudir han estado sacando fotos a la chorrera de escombros que cae a través de un gran agujero que se abre en el techo, junto al pilar central de la sala. Para que alguien que vea la foto entienda la situación, es necesario jugar con las luces para crear el espacio de la sala, como si se tratara de reproducir la realidad de un cuadro de Velázquez (salvando las distancias, claro). Al final de la mañana, Joan ha montado sobre el pozo la polea que se necesitará para subir las espuertas cuando se profundice un poco más en la excavación.
Gemma, mientras tanto, ha seguido excavando el pozo exterior de Djehuty, asistida por Kamal y Salem . Ellos fueron también los que excavaron el año pasado la cámara sepulcral del pozo de Djehuty que se abre en la sala más interna. Hoy se ha unido a nosotros un restaurador egipcio, Abd el-Khakim, que parece un joven discreto y atento, y habla muy bien inglés. Nieves y Pía le han enseñado las distintas tareas de restauración en marcha, y pronto se ha puesto manos a la obra con la limpieza y consolidación de las paredes de la tumba de Djehuty. Mientras tanto, Pía ha estado trabajando en el agujero que comunica la sala transversal de la tumba de Djehuty con la de la tumba intermedia (-399-).
Curro y Angie han trabajado con los materiales y, entre otras cosas, han recuperado los objetos más significativos que hallamos el año pasado en la cámara sepulcral de Djehuty para volverlos a estudiar y fotografiar. Y Elena ha contado hoy con un asistente de lujo, Mohamed Farouk, un hermano del rais Ali, que es muy hábil juntando fragmentos de cerámica.