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El trabajo abajo de la colina.
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Sergio analizando estratos relacionados con episodios de lluvias.
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Laura señalando el nivel de estrato afectado por lluvia que podría pertenecer a la misma fase que la construcción de los pozos funerarios.
El equipo de geólogos sigue buscando y analizando testimonios de lluvias por todo el yacimiento. Un estrato de arena fina, limpia, suele ser un indicio claro de una lluvia relativamente fuerte, pero sin llegar a alcanzar el calificativo de tormenta. Por ahora podemos datar, al menos, una lluvia en la dinastía 11 y otra en la dinastía 13. Si bien para datar una lluvia buscamos algún resto de cultura material al cual asociar la escorrentía de agua, la lluvia puede, a la inversa, servir para datar alguna de las estructuras construidas en el área del yacimiento. Por ejemplo, si un estrato de arena fina arrastrada por el agua se apoya por fuera en el muro de adobe de uno de los pozos funerarios, nos está diciendo que el pozo es posterior a la lluvia; y si podemos datar la lluvia por algún resto de cultura material, podremos entonces obtener la fecha de construcción del pozo en cuestión.
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Los geólogos realizando análisis en la cámara pintada de la tumba de Djehuty.
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Emilio trabajando con su ordenador desde la casa amarilla.
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Los trabajadores organizados en la excavación que se está llevando a cabo en lo alto de la colina.
Una de las cosas que uno aprende trabajando con investigadores de otras especialidades, no especialmente duchos ni interesados en cuestiones egiptológicas, ni siquiera arqueológicas, es que sin darnos cuenta pensamos y razonamos con prejuicios consecuencia de nuestra formación. Asumimos, por ejemplo, que las capillas de adobe en Dra Abu el-Naga deben ser de la dinastía 17, pero realmente no hay ninguna razón para que no pudieran haber sido construidas en la dinastía 13. En cualquier investigación científica es fundamental estar constantemente poniendo en cuestión las bases de nuestras argumentaciones, y estar dispuesto a sacrificar el tiempo invertido en un sentido, para cambiar de parecer y comenzar a caminar en otro sentido diferente.
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Pia con sus telas de lino
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Las telas procedentes de una momia ptolemaica que estudia Pia
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Pia muestra a Zulema las telas de lino que está estudiando.
Hace unos días, Jesús radiografió una momia de época romana que hallamos hace años entre las tumbas de Hery y de Baki. Pía, revisando hoy las telas del vendaje ha descubierto una de más de dos metros, que tiene la peculiaridad de estar hecha con más de veinticinco retales de diferentes telas. Están cosidos unos con otros de una forma un tanto burda, pero el resultado es ciertamente atractivo, o al menos singular.