Hoy nos hemos puesto en marcha a las seis y media de la mañana, y estábamos en el yacimiento a las siete. Acompañados por una docena de trabajadores, comenzamos a organizar el montaje de las jaimas y las mesas y a recontar el material de excavación. También es el momento de limpiar el polvo se ha acumulado durante todo el año en el interior de las tumbas, sacudir las esteras, recolocar las cajas de materiales, etc.
Joan, Nacho, Pito y David han aprovechado que el yacimiento estaba más despejado que en ningún otro momento de la campaña para topografiar el exterior, principalmente la zona en la que se iban a levantar las jaimas. Este año tenemos la suerte de contar con la casa Leica Geosystems como colaborador oficial del Proyecto Djehuty, y nos han proporcionado dos equipos de topografía.
Pía y Suni han estado organizando el material de restauración, mientras que Lucía y el mudir han dedicado algo de tiempo a revisar los fragmentos de relieve de la tumba de Hery, para comprobar cuáles podrían recolocarse en las paredes. Los arqueólogos, por su parte, han puesto a punto sus cajas con todo lo necesario para comenzar a excavar el sábado.
Las jaimas se han montado muy rápido, por lo que al final de la jornada hemos ido a visitar tres tumbas en la colina vecina de Sheikh Abd el-Gurna que están cerradas al público. Solicitamos permiso oficial al Servicio de Antigüedades porque son contemporáneas de Djehuty y Hery y tienen detalles que nos interesa ver para luego comparar. La importante y poco conocida tumba Aametju, que ejerció de visir entre la época de Hery y la de Djehuty. La tumba de Amenehat, escriba del visir que Useramón, hijo de Aametju. Y la tumba de Mahu, quien participó en las campañas del rey Tutmosis III en Siria-Palestina. Todo un lujo poder apreciar directamente lo que todavía se conserva de su decoración original.