12 enero 2023

La excavación del pozo ha alcanzado la ceja de la cámara sepulcral, que se abre hacia el sur/este. Al asomarnos dentro, el panorama es algo complicado. Cuando en la dinastía 17 comenzaron desde el fondo del pozo a abrir en la roca la cámara sepulcral, se toparon con la cámara de otro pozo, cuya boca todavía permanece oculta bajo la tierra. Esta segunda cámara está llena de escombros que caen desde su pozo, y a su vez rompe y conecta con otra cámara sepulcral de un tercer pozo. Es decir, un auténtico lío de cámaras que conectan unas con otras y se encuentran llenas de lascas de caliza y tierra. Volviendo a nuestro pozo, al chocar con la cámara de otro pozo, los trabajadores decidieron parar y desviar la cámara fuera del eje, más hacia la izquierda. Esta cámara también ha sido saqueada y los escombros que la llenan parcialmente contienen en superficie adobes rotos, huesos humanos desmembrados, algo de lino y cerámica.

Tenemos pocas posibilidades de encontrar piezas del ajuar original, pero sí podremos documentar bien. la reutilización y robos de tumbas, y cómo en época antigua los constructores de tumbas trababan de encontrar los pocos espacios vacíos que iban quedando con el paso del tiempo.

La densidad de tumbas es mucho mayor aquí que en otras zonas de la necrópolis, probablemente debido al carácter sagrado que tenía para los antiguos egipcios esta colina. Cabe recordar que Dra Abu el-Naga Norte se encuentra justo en frente del templo de Karnak, y que aquí se enterraron los reyes de la dinastía 17. Cuatrocientos años antes, muchos altos dignatarios de la dinastía 12 se construyeron tumbas con amplias fachadas de pilares que llamarían enormemente la atención. Por estas y otras razones, para los antiguos egipcios esta era una zona considerada muy propicia o beneficiosa para ser enterrado. Y por esta misma razón, es una zona enormemente atractiva para excavar e investigar.