La ciencia es una actividad tremendamente absorbente y competitiva. Sólo los científicos saben cuánto han tenido que sacrificar su vida personal para poder sacar adelante sus investigaciones y su carrera investigadora. Y en un país como el nuestro, que dedica pocos recursos a la investigación, la lucha por las migajas se convierte en una lucha casi cruenta por la supervivencia. En este contexto, hay que reconocer que la mujer juega en desventaja. También juega en desventaja en el mundo de la banca y entre los altos ejecutivos, pero es especialmente triste que la ciencia siga siendo a estas alturas del siglo XXI una actividad “para hombres”. Contra eso debemos luchar todos, o al menos los científicos, y tratar de equilibrar la balanza. Debemos compensar la maternidad entre las científicas y realmente llevar a cabo políticas que consigan conciliar el trabajo y la vida familiar. Como pequeño homenaje a todas las científicas, hoy el Diario va dedicado a todas ellas, trabajadoras, luchadoras, comprometidas, creativas, entusiastas y solidarias.
-
Laura halla una pareja de shabtis inscritos dentro de un mismo ataúd de madera.
-
Angie muestra feliz un amuleto hallado en el pozo que excava con Ibrahim.
-
María recompone un plato de la dinastía XVII del pozo de David.
-
Zulema dibuja uno de los vasos-kernos hallado junto al jardín.
-
Pía, Maite y Carmen dan los últimos retoques a la restauración del jardín.
-
Chatón de un escarabeo de fayenza que halló Laura ayer.
La zona de excavación que supervisa Laura ha llegado a un nivel de máximo interés. La estructura de adobe parece que se perfila como una capilla de ofrendas, aunque todavía no asoma el brocal del pozo que debería estar situado justo en frente de lo que parece ser la apertura para realizar las ofrendas en su interior Alrededor de la estructura está saliendo a la luz abundante cerámica de la dinastía XVII o comienzos de la XVIII, junto con bloques de caliza de median tamaño. Entre ellos, hoy hemos hallado cuatro shabtis de madera con una inscripción en hierático, dos de ellos dentro de un mismo modelo de ataúd de madera. El nombre de Ahmose se repite en todos, pero habrá que esperar a que Pía los limpie un poco para ver si podemos leer el resto del texto escrito en tinta negra.
-
Lucía y Pía van poco a poco recomponiendo uno de los cartonajes de la dinastía XXII.
-
Mónica se ha incorporado al equipo para identificar las maderas.
-
Hoy la visibilidad era espectacular.
El pozo de Angie también parece que está alcanzando niveles más productivos, pues hoy ha encontrado un pequeño amuleto de fayenza con la representación de un babuino realizando una ofrenda y, además, fragmentos de una cerámica muy especial y singular, característica del Segundo Periodo Intermedio. Por su parte, las tres restauradoras, antes de dedicarse cada una a lo suyo (Maite a Hery, Carmen a Djehuty y Pía a los objetos) han dado los últimos retoques a la restauración del jardín. Sí, ese jardín cuya réplica sigue, un día más en El Cairo… ¿Será mañana cuando consiga salir hacia Luxor?