10 febrero 2018

Los últimos días el calor ha marcado la jornada de excavación. No es que el tiempo sea uno de mis temas de conversación favoritos, pero es que hoy hemos alcanzado 42 grados en la jaima de Pía, algo exagerado, sobre todo si se tiene en cuenta el frío que ha hecho hoy en España. En la zona de excavación frente al jardín, se puede observar claramente la relación entre los pozos que ahora están saliendo a la luz y las piedras que fueron arrojadas fuera cuando éstos fueron saqueados. Entre las piedras, siguen saliendo fragmentos de shabti y otros objetos curiosos, como un cuerno de gran tamaño que ha documentado Kristian junto al brocal de uno de los pozos descubiertos en su zona.

Salima ha vuelto hoy al yacimiento después de unos días dando clases en la Universidad Americana de El Cairo. Ha traído consigo su vieja máquina de rayos-x para ver si con esta salían mejor las radiografías de las pequeñas momias de animales. A última hora se ha ido con Marisol al otro lado del Nilo, a la Chicago House, para que su fotógrafo, Yurko, revelara las placas para nosotros y comprobar que las radiografías hubieran salido bien. Al parecer sí que ha habido suerte y las imágenes han salido bastante bien.

Pía, en la jaima pequeña de restauración, ha estado limpiando unos amuletos de metal de un collar que llevaba consigo, colocado en lugar del corazón, una momia de la dinastía XXII hallada en la tumba de Carlos. En la jaima grande, Leonor y Guillem, siguen cribando y mirando con suma atención las tierras del interior de vasijas de cerámica y, sobre todo, de las cuadrículas del jardín. La diversidad de materiales botánicos y sus distintos contextos está convirtiendo su primera campaña en un filón de información y casuística.

La restauración de la fachada de la tumba de Djehuty sigue su curso. Ahora Suni y los tres restauradores egipcios tienen que coordinarse muy bien con Nacho y Joan para no entorpecerse, pues ya va tocando rematar el techo del cerramiento de la entrada, pintando las vigas y disimulando los cables que llevan dentro la electricidad. Por encima, un pequeño grupo de canteros ha casi terminado ya la reconstrucción del sobre-elevamiento de la fachada de la tumba de Djehuty. Son muchos los trabajos que se realizan al mismo tiempo, lo que hace que el yacimiento sea todo menos aburrido.