1 febrero 2010

Carlos sigue excavando arriba de la colina, sobre la tumba de Hery, teniendo a su cargo a más trabajadores que nadie. Entre ellos llama la atención Mahmoud Rostom, que bien pasa los sesenta, delgadillo, de cara afilada, pero con una energía y un sentido del humor capaz de levantar el ánimo a todos los canasteros, mucho más jóvenes, a los que llena las espuertas para que las lleven, bajo que un sol que ya aprieta, hasta la criba al otro lado del yacimiento. Ya han alcanzado una apertura que comunica por detrás con la “tumba ramésida” que se encuentra sobre Hery. Todos esperamos que también se pueda cumplir este objetivo y al final de la campaña hayamos alcanzado desde arriba el techo de la cámara interna de Hery.

Chemi ha estado fotografiando con Parra las cámaras funerarias del pozo de la sala transversal, ahora que ya han quedado despejadas. Y lo mismo ha hecho José Manuel con la cámara pintada de Djehuty. Por su parte, Pía y Nieves siguen trabajando con el fragmento de pintura que engasamos el año pasado. Su importancia radica en que es el único retrato de Djehuty que se conserva intacto, sin haber sufrido “damnatio memoriae”, con su nombre y su cara visibles. La mayor parte base de estuco de la pintura estaba separado de la pared unos dos centímetros, a punto de caerse, por lo que decidimos arrancarlo y conservarlo de forma especial.

Gemma ha comenzado hoy a excavar dentro de la cámara sepulcral del pozo junto a la fachada. Mientras, al otro lado del muro de la fachada, Nieves, Andrés y Joan han comenzado a reponer bloques en la segunda estela autobiográfica de Djehuty. Da gusto ver comenzar la tarea de reconstrucción, que hará lucir todavía más el monumento funerario de nuestro Djehuty.