07 febrero 2018

Leonor y Guillem se han puesto manos a la obra desde primera hora de la mañana, revisando las bolsas de tierra que recogimos el año pasado cuando excavamos el jardín y vaciamos unos diez centímetros de cada cuadrícula. Han montado su pequeño laboratorio al final de la jaima grande, con sus lupas y cribas, pero no se resisten a asomarse y dar vueltas con el jardín, cambiando impresiones con David. Gamal, con la supervisión y ayuda de David, ha terminado de excavar los alrededores del jardín y de perfilar sus muretes. Gamal es un excavador excelente, tremendamente cuidadoso, con una gran vista y sentido de la arqueología. A primera hora de la mañana, Zulema ha acercado la cerámica más significativa que hallamos alrededor del jardín, para componer un bodegón a los pies del jardín. En ese momento nos dimos cuenta cómo la cerámica conseguía aportarle vida al jardín, pues evocaba las actividades que ocurrieron alrededor, las ofrendas, las libaciones y el quemado de incienso; en definitiva, los rituales funerarios que tuvieron lugar hace 4000 años a la entrada de la tumba y junto al jardín.

Lucía ahora alterna varios temas en varios lugares del yacimiento. En la jaima grande, recompone con Pía uno de los cartonajes de la dinastía XXII; en la tumba de Ay, ayuda a Bridget con los fragmentos de papiro que ella está recolocando y conservando y también con los fragmentos de lino escritos; y luego le dedica un tiempo a seguir juntando fragmentos de la parte del techo que se cayó en época antigua de la cámara sepulcral. Todos estos trabajos tienen el denominador común de que, además de estar fragmentados y haberse convertido en un puzle de considerables dimensiones, tienen todos ellos textos religiosos o funerarios. Es interesante comprobar la diversidad de soportes en los que los antiguos egipcios plasmaron sus creencias religiosas y prácticas funerarias.

La excavación continúa muy animada, tanto en el exterior, como dentro de la tumba asociada al jardín. A pesar del intenso calor que ha hecho hoy, la actividad ha mantenido su ritmo hasta el final de la jornada. Mientras tanto, en el estudio fotográfico de Pito, Jesús, con la ayuda de Pía, ha estado manipulando algunas momias que todavía tenían amuletos entre las vendas de lino, la arena de relleno y los cristales de resinas aromáticas. Las momias fueron rotas en pedazos por los saqueadores, lo que nos ofrece la oportunidad de estudiarlas por dentro y de observar detalles de la momificación que de otra forma no hubiera sido posible.