05 febrero 2024

Uno de los objetivos principales de esta campaña era documentar lo mejor posible las partes del yacimiento que, por una u otra razón, no lo estuvieran o tuvieran lagunas. La documentación topográfica se basa, principalmente, en la fotogrametría y en el escáner laser. Los dos métodos han de estar georreferenciados y, para ello, se colocan dianas sobre el terreno y se les toma el coordenado con la estación total de topografía. De esto último se encarga Ana, y de tomar las fotos para la fotogrametría utilizando una pértiga se encarga Javier y Emilio. Del escáner nos estamos ocupando Juan y yo, siguiendo las instrucciones que Ana nos ha pasado. Estamos escaneando las tumbas que se abren en la roca de la colina y que estaban ocultas detrás de la última casa del poblado, en lo alto del yacimiento.  Son tres tumbas cuyos pasillos entran paralelos en la montaña. Parece que son originalmente de la dinastía 12, ca. 2000 a. C., y que fueron reutilizadas repetidamente, hasta época moderna.

En época moderna, las tumbas se usaron para criar aves y como almacén. En las paredes se han hecho repisas de barro para colocar velas, alacenas para almacenar grano y armarios de barro para guardar cosas varias. Una de las cosas más curiosas es que, junto a la entrada, se han hecho pequeños agujeros en la pared para introducir papelillos enrollados, la mayoría de ellos con “suras” del Corán para proteger la casa. Algunas de las tumbas son bastante profundas y, en algún momento, se abrieron galerías para conectarse con otras tumbas cercanas, tanto en horizontal como en vertical. El escaneo de todas las habitaciones, pasillos y galerías, nos va a permitir producir un plano preciso de las estructuras, tanto de su forma original, como de las sucesivas modificaciones.

En el pozo que excava Laura con Saidi, han alcanzado un nivel de suelo, sobre el cual los saqueadores arrojaron cuerpos humanos momificados, después de desmembrarles buscando algun adorno de metal o piedras semipreciosas. La fotogrametría es fundamental para documentar las distintas fases de uso de los espacios y, en concreto, de las cámaras sepulcrales, pues una fotografía difícilmente puede capturar toda la información del espacio. Después de documentar los montones de lino y huesos, Laura los ha levantado con Pía, y juntas examinarán los linos, prestando especial atención a los flecos y bordados. Las telas son uno de los materiales más abundantes de la excavación, como bien se refleja en el tercer documental que hemos hecho para TVE y que lleva por título “Historias de una necrópolis”.