03 febrero 2019

Este año el equipo es más numeroso que en ninguna otra campaña. En total vamos a estar treinta y cuatro investigadores. Aunque no todos estamos toda la campaña, la mayoría del tiempo estamos unos veinticinco. Entre ellos hay siete que son nuevos, que esta es su primera campaña con el Proyecto Djehuty, y hay que decir, antes de que se me pase por alto, que todos ellos se han adaptado perfectamente al grupo, al ritmo de trabajo y a las exigencias que supone el trabajar en Egipto. No es fácil integrarse en un grupo ya consolidado, de veteranos que se conocen desde años atrás, como tampoco es fácil asumir una responsabilidad para la que no tienes experiencia previa. Enhorabuena a todos ellos. Y siguiendo con los reconocimientos, al final de la jornada Marisol, Gude y Ana me han llevado a los almacenes donde guardamos el material de campañas pasadas, para buscar juntos la cerámica que hallamos en el pozo de la tumba de Djehuty hace ya casi diez años. En total tendremos almacenadas, tal vez, un par de centenares de cajas. Me ha sorprendido el perfecto orden en el que está todo guardado y la capacidad de encontrar justo lo que buscas en tan poco tiempo. El revisar, inventariar y almacenar los materiales es uno de los trabajos más ingratos de la excavación, sí, es así, pero es tremendamente necesario, por lo que todos les debemos de estar muy agradecidos al equipo de materiales. Gracias, Gude, Marisol, Curro y Ana. Curro nos tuvo que abandonar ayer porque tiene que regresar a Madrid para seguir con sus clases en la universidad Autónoma. Sus conocimientos de cultura material y de lengua egipcia son un pilar fundamental en el equipo. Desde aquí el Marsam, le enviamos un fuerte y cariñoso abrazo.

Hoy ha venido a visitarnos el epigrafista jefe de la Epigraphic Survey de la universidad de Chicago, Kristian Vertes. Él también es miembro de nuestra misión, pero su función para esta campaña era supervisar el trabajo de dibujo que están haciendo Carmen y Dani. Los dos han aprobado con sobresaliente. Kristian es un verdadero artista y da gusto hablar con él sobre criterios de dibujo y cómo documentar también el estilo del artista y la belleza de la decoración. Él piensa, igual que nosotros, que la fotografía, por buena que sea, debe completarse con dibujos que jerarquicen la información contenida en la pared siguiendo criterios egiptológicos, por ejemplo, y muestren detalles que en la fotografía no se verían tan claramente.

La excavación en el pozo de Carlos se va animando a medida que se va descendiendo y va quedando a la vista la entrada a la cámara sepulcral. Hoy, además de un bloque inscrito, ha hallado un espejo de bronce, con parte de la tela de lino que le envolvió para protegerlo. Paradójicamente, lo que los ladrones buscaban con más vehemencia es precisamente lo que dejaron atrás. Tal vez al estar envuelto el espejo en telas de lino, los ladrones no percibieron la pieza de metal. Este hallazgo nos da una idea de las prisas con las que trabajaban los ladrones en las tumbas y las condiciones de poca luz en las que se desenvolvían. Nosotros debemos aprender la lección y aplicarnos el cuento. Si quieres hacer las cosas bien, las prisas no son buenas.